julio 16, 2009

Philips

Entra Teodomiro Agúndez a la tienda de electrodomésticos y se queda contemplando a los televisores. Se acerca un vendedor y le increpa de la siguiente manera:

—Disculpe, caballero, ¿hay algo en que pueda ayudarle?

—Sí, claro. Me interesa ese televisor de 42 pulgadas, pantalla plana, marca Pilips.

El vendedor, extrañado, corrige:

—No, caballero... es Filips.

—Ah, muy bien. Y, ¿qué precio tiene?

—Ese televisor tiene un precio de 1,475 dólares.

—¡Futa, qué caro!

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