Entra Teodomiro Agúndez a la tienda de electrodomésticos y se queda contemplando a los televisores. Se acerca un vendedor y le increpa de la siguiente manera:
—Disculpe, caballero, ¿hay algo en que pueda ayudarle?
—Sí, claro. Me interesa ese televisor de 42 pulgadas, pantalla plana, marca Pilips.
El vendedor, extrañado, corrige:
—No, caballero... es Filips.
—Ah, muy bien. Y, ¿qué precio tiene?
—Ese televisor tiene un precio de 1,475 dólares.
—¡Futa, qué caro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario