El pedófilo se presenta a la una de la tarde enfrente de la escuela secundaria con una bolsa de dulces. Saca un caramelo de la bolsa, se acerca a una niña y le dice:
—Hola, niñita... Mira... si me haces unos cariñitos acá abajo, te regalo un caramelo...
A lo que la mocosa replica:
—Hmmmm... ¿Y si me dejo coger me das toda la bolsa?
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