septiembre 02, 2009

Cruel

Dos hermanitos:
—¡Mira: mis papás me compraron tenis nuevos! ¡Y mira, también me compraron un balón de futbol! ¡Y mira, también me compraron carritos! ¡Mira, mira: también me regalaron un videojuego!
—¿Y qué, y qué? Yo no tengo cáncer...

Puerto

Llega al puerto de Veracruz un barco de Estados Unidos con mercancía, listo para desembarcar. Como hubo tormenta, los estibadores del puerto hacen algunas advertencias a los tripulantes del navío:
—¡Suelten las anclas! —dice uno.
—What do you say? —le contestan desde el buque— I can’t understand you!
—¡Que suelten las anclas!
—I can’t undersand!
Pronto se dan cuenta de que en el barco no hablan español y buscan a un estibador que hable inglés. Dan con él, y éste se dirige a los botes:
—Hey, there, do you speak English?
—Yes, we do!
—Ah... ¡pues que suelten las anclas!

El robo a la granja

Dos gangosos planean robar una granja y estando ya en el escenario la encuentran amurallada.
—¿Y ahoda qué hacemos, Dodbedto?
—Pued vabos a saltadnos da barda.
Uno se apoya sobre el otro, y alcanza lo más alto de la barda.
—Ahoda, dime qué ves.
—Pued hay patos y vadios costades de maízd.
—¡Bdíncate! ¡Y pádzame un costad!
El ladrón se brinca y cae sobre un pato. El pato exclama:
—¡Cuac!
El otro ladrón contesta:
—¡Ed que dsea!

La generación perdida

El chavo se acababa de graduar como licenciado en Derecho y luego de seis meses consigue su primer empleo en un despacho jurídico. Al cabo de quince días recibe su primera paga y sale volando de gusto del despacho, va al banco y saca todo, gritando a todo pulmón que ha recibido su sueldo.
—¡He recibido mi primer salario de mi primer trabajo! ¡Soy feliz, mi primer sueldo, mi primera paga! —y corre presuroso a su casa
En la calle toma un taxi y antes de que le indique al chofer adónde ir, otro tipo se sube al taxi, con una máscara de Blue Demon y una pistola.
—Mucho dinero, ¿no? —inquiere el asaltante— ¡Dame todo lo que tienes!
—No, señor... tenga piedad... es mi primer salario...
—¡Nada, nada...! ¡Tu dinero o disparo!
—Señor, compréndame... es mi primer trabajo, por favor...
—¡Tu dinero, dije!
—Señor, comprenda... no sabe lo difícil que es conseguir trabajo siendo recién titulado de abogado.
—¿Abogado? —se sorprende el ladrón— ¿Abogado dice usted?
—Sí... abogado.
—Y... ¿no será... de la UNAM?
—Sí, en efecto... de la UNAM.
El ladrón se quita la máscara, y sonriendo ampliamente le dice al joven:
—¡¿De qué generación, hermano?!

Breves

1.
En el puerto se escucha el grito:
—¡Suelten amarras!
Y Marras los mordió a todos.

2.
—¡No pasen por el tope!
Y el “Tope” no fue a la fiesta.

3.
—Señor, ¿me da un helado?
—Sí. ¿De coco?
—¡Ay, no, qué miedo!

4.
—¡Cómete la sopa de fideo!
Y Fideo se quedó sin sopa.

5.
—¡Mamá, no me gusta la sopa con carne!
—Ay, niña... tú y tu lepra...