Pablo
Picasso vio a un ladrón salir de su estudio con una de sus obras bajo el brazo.
En vez de enfrentar al malhechor, el artista se fijó muy bien en él y más tarde
reportó el robo a la policía. Un oficial le pidió que hiciera un boceto del
sospechoso. Así lo hizo. Basándose en el boceto, la policía arrestó a una madre
superiora, al ministro de Finanzas, a un lavarropas y a la Torre Eiffel.
julio 21, 2013
El origen de Los Diez Mandamientos
Dios les
preguntó a los griegos:
—¿Ustedes
quieren un mandamiento?
Los griegos
le preguntaron:
—¿Cuál
sería el mandamiento, Señor?
Dios les
dijo:
—“No
matarás”.
Los griegos
contestaron:
—No,
gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.
Entonces
Dios les preguntó a los egipcios:
—¿Ustedes
quieren un mandamiento?
Los egipcios
le preguntaron:
—¿Cuál
sería el mandamiento, Señor?
Dios les dijo:
—“No
cometerás adulterio”.
Los egipcios
contestaron:
—No,
gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.
Dios
entonces les preguntó a los sirios:
—¿Ustedes
quieren un mandamiento?
Los sirios
le preguntaron:
—¿Cuál
sería el mandamiento, Señor?
Dios les
dijo:
—“No
robarás”.
Los sirios
contestaron:
—No,
gracias. Eso arruinaría nuestra economía.
Y así Dios
fue consultando pueblo por pueblo hasta llegar a los judíos, a quienes
preguntó:
—¿Ustedes
quieren un mandamiento?
Y los judíos
le preguntaron:
—¿Cuánto
costaría?
Entonces
Dios les dijo:
—Sería
gratis.
Y los
judíos le respondieron:
—¡Entonces
mándanos diez!
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