Están dos pedófilos afuera de una secundaria, y uno le dice al otro:
—Oye, Mike, ¿ya viste a esa niña que va saliendo?
—¡No inventes, Frank! ¿Qué te pasa? Por favor... debe tener unos doce años.
—Sí... pero se ve como de diez.
noviembre 21, 2011
octubre 07, 2011
Chiste vietnamita
¿Cómo se dice "Chango gigante con lámpara de petróleo en la playa" en vietnamita?
Kin'-Kon' con quinqué'n Cancún.
Kin'-Kon' con quinqué'n Cancún.
El niño
—A ver, niño, ¿cómo te llamas?
—¡Pues como mi papá!
—Ah. ¿Y cómo se llama tu papá?
—¡Pues como mi abuelito!
—Ah, muy bien. ¿Y cómo se llama tu abuelito?
—¡Pues como yo...!
—¡Pues como mi papá!
—Ah. ¿Y cómo se llama tu papá?
—¡Pues como mi abuelito!
—Ah, muy bien. ¿Y cómo se llama tu abuelito?
—¡Pues como yo...!
El gato de Schrödinger
Schrödinger se iba de vacaciones y le dejó encargada su casa a su gran amigo Günther, en donde vivían su gato y su madre.
—Mira, Günther, te encargo mucho mi casa, mi gato y mi santa señora madre, eh. Me los cuidas mucho, Günther.
—Tú no te preocupes, Schrödinger, disfruta tus vacaciones que yo me hago cargo de todo.
—Bueno, lo dejo todo en tus manos, Günther. Sólo mantenme informado de las novedades. Mira, te dejo la dirección donde puedes localizarme, por cualquier cosa que se ofrezca. Me mandas una carta, un telegrama, lo que sea.
—Está bien, Franz, está bien, pero todo va a estar bien, ya lo verás.
Se va Franz de vacaciones y cuando llega al hotel, se encuentra en la recepción con que tiene ya una carta de Günther. Presuroso corre a su habitación, se instala, abre la carta... y la lee:
"¡Schrödinger, amigo mío! ¡Sucedió una tragedia! ¡Se murió tu gato! Sí, tu gato... ¡caput! Se subió a la azotea y no pude detenerlo; luego quise evitar que se acercara al borde, y no lo alcancé; después quise evitar que se arrojara desde el techo, pero fracasé en mi intento. Finalmente, cuando bajé al patio para rescatarlo, ya no respiraba. ¡Estaba ahí todo... despanzurrado! ¡Qué horrible trageida, Schrödinger! ¡Nunca me perdonaré por esto...!"
Schrödinger, al borde de la convulsión, se desespera, se pone triste, la cabeza le da vueltas, llora, grita, se lamenta, no sabe qué sucede... hasta que, con dificultad, asimila la noticia. Entonces le contesta la carta a Günther en los siguientes términos:
"Günther, es muy triste la noticia que me das y causó en mí un gran impacto. Te pido por favor que seas más cauto en tu forma de darme las noticias, para que me vaya yo previniendo. Por ejemplo, en un telegrma dime: 'Franz, tu gato subióse azotea'; en otro me dices: 'Franz, tu gato acercósa orilla'; en el siguiente, 'Franz, tu gato quiere saltar'; en otro: 'Franz, tu gato saltó azotea'; en otro 'Franz, tu cayó suelo'. Y en el último: 'Franz, imposible salvar vida gato. Condolencias'. Así, poco a poco, para que me vaya yo preparando. ¡Pero no me des tan bruscamente esas noticias tan tremendas".
Al cabo de un par de días, Franz recibe un telegrama de Günther, que dice: "Franz, tu madre subióse azotea"...
—Mira, Günther, te encargo mucho mi casa, mi gato y mi santa señora madre, eh. Me los cuidas mucho, Günther.
—Tú no te preocupes, Schrödinger, disfruta tus vacaciones que yo me hago cargo de todo.
—Bueno, lo dejo todo en tus manos, Günther. Sólo mantenme informado de las novedades. Mira, te dejo la dirección donde puedes localizarme, por cualquier cosa que se ofrezca. Me mandas una carta, un telegrama, lo que sea.
—Está bien, Franz, está bien, pero todo va a estar bien, ya lo verás.
Se va Franz de vacaciones y cuando llega al hotel, se encuentra en la recepción con que tiene ya una carta de Günther. Presuroso corre a su habitación, se instala, abre la carta... y la lee:
"¡Schrödinger, amigo mío! ¡Sucedió una tragedia! ¡Se murió tu gato! Sí, tu gato... ¡caput! Se subió a la azotea y no pude detenerlo; luego quise evitar que se acercara al borde, y no lo alcancé; después quise evitar que se arrojara desde el techo, pero fracasé en mi intento. Finalmente, cuando bajé al patio para rescatarlo, ya no respiraba. ¡Estaba ahí todo... despanzurrado! ¡Qué horrible trageida, Schrödinger! ¡Nunca me perdonaré por esto...!"
Schrödinger, al borde de la convulsión, se desespera, se pone triste, la cabeza le da vueltas, llora, grita, se lamenta, no sabe qué sucede... hasta que, con dificultad, asimila la noticia. Entonces le contesta la carta a Günther en los siguientes términos:
"Günther, es muy triste la noticia que me das y causó en mí un gran impacto. Te pido por favor que seas más cauto en tu forma de darme las noticias, para que me vaya yo previniendo. Por ejemplo, en un telegrma dime: 'Franz, tu gato subióse azotea'; en otro me dices: 'Franz, tu gato acercósa orilla'; en el siguiente, 'Franz, tu gato quiere saltar'; en otro: 'Franz, tu gato saltó azotea'; en otro 'Franz, tu cayó suelo'. Y en el último: 'Franz, imposible salvar vida gato. Condolencias'. Así, poco a poco, para que me vaya yo preparando. ¡Pero no me des tan bruscamente esas noticias tan tremendas".
Al cabo de un par de días, Franz recibe un telegrama de Günther, que dice: "Franz, tu madre subióse azotea"...
septiembre 04, 2011
mayo 18, 2011
Chiste gringo
Un gringo, un negro y un colombiano caminan por las calles de California, separadamente; sus distintos tránsitos los llevan por azar a la misma esquina, esquina en la que los tres ven la lámpara de Aladino, sobre la cual se lanzan. Con la disputa por la lámpara y el manoseo, ésta se activa y el genio que vive en ella emerge de la boquilla.
-¿Son ustedes los que me han liberado?
-Sí -contestan al unísono.
-Bueno, pues por haberme liberado, les concederé tres deseos: uno a cada uno.
El negro toma la palabra y dice:
-Yo quiero que todo mi pueblo volviera a su continente de origen, y allí vivan en paz, en la bonanza y en la felicidad.
-¡Concedido! -dice el genio.
Al instante desaparece el negro, y todos los negros de Estados Unidos vuelven a África, donde llevan una vida de reyes, en paz y con abundancia.
Entonces el colombiano dice:
-Yo quiero que todo mi pueblo volviera a sus países de origen, y allí vivan en paz, en la bonanza y en la felicidad.
-¡Concedido! -dice el genio.
Al instante desaparece el colombiano, y todos los latinoamericanos de Estados Unidos vuelven a sus países, a Colombia, a Venezuela, a Perú, a México, a Nicaragua..., donde llevan una vida de reyes, en paz y con abundancia.
Entonces el gringo dice:
-¿Eso quiere decir que en Estados Unidos ya no hay negros ni latinos?
-Así es -contesta el genio con voz profunda.
-Ah -dice el gringo-. Pues entonces quiero una coca-cola.
-¿Son ustedes los que me han liberado?
-Sí -contestan al unísono.
-Bueno, pues por haberme liberado, les concederé tres deseos: uno a cada uno.
El negro toma la palabra y dice:
-Yo quiero que todo mi pueblo volviera a su continente de origen, y allí vivan en paz, en la bonanza y en la felicidad.
-¡Concedido! -dice el genio.
Al instante desaparece el negro, y todos los negros de Estados Unidos vuelven a África, donde llevan una vida de reyes, en paz y con abundancia.
Entonces el colombiano dice:
-Yo quiero que todo mi pueblo volviera a sus países de origen, y allí vivan en paz, en la bonanza y en la felicidad.
-¡Concedido! -dice el genio.
Al instante desaparece el colombiano, y todos los latinoamericanos de Estados Unidos vuelven a sus países, a Colombia, a Venezuela, a Perú, a México, a Nicaragua..., donde llevan una vida de reyes, en paz y con abundancia.
Entonces el gringo dice:
-¿Eso quiere decir que en Estados Unidos ya no hay negros ni latinos?
-Así es -contesta el genio con voz profunda.
-Ah -dice el gringo-. Pues entonces quiero una coca-cola.
febrero 06, 2011
"I see dead people..."
En México:
-Mamá, mamá... veo gente muerta...
-Sí, hijo, ya sé... pero a ver, dícelo a tu presidente...
-Mamá, mamá... veo gente muerta...
-Sí, hijo, ya sé... pero a ver, dícelo a tu presidente...
enero 25, 2011
David Livingstone
Va David Livingstone a explorar el África y descubre a una tribu senegalesa. Luego de entablar comunicación, los lugareños le explican que ahí también tienen un juego parecido a la ruleta rusa: la ruleta senegalesa.
-La ruleta senegales -le explica el líder de la tribu- consiste en poner a seis exploradores en fila, y seis mujeres negras de nuestra tribu, seis de las más buenas y voluptuosas de Senegal, se les arrodillan enfrente y les empiezan a mamar la verga.
-¿Y en qué consiste el juego y la adrenalina y el riesgo? -pregunta Livingston- Yo lo veo a toda madre.
-El juego consiste en que una de ellas es caníbal.
-La ruleta senegales -le explica el líder de la tribu- consiste en poner a seis exploradores en fila, y seis mujeres negras de nuestra tribu, seis de las más buenas y voluptuosas de Senegal, se les arrodillan enfrente y les empiezan a mamar la verga.
-¿Y en qué consiste el juego y la adrenalina y el riesgo? -pregunta Livingston- Yo lo veo a toda madre.
-El juego consiste en que una de ellas es caníbal.
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