octubre 24, 2009

Michael Jackson

Llega Michael Jackson al dentista:
-Doctor, doctor, buenas tardes... vengo a que me extraiga los dientes de leche.
-Pero, señor Jackson -contesta el ortodoncista-, pero a su edad no tiene dientes de leche, no es necesario que se los extraigan.
-No, doctor, usted no me entiende. Lo que yo quiero es que me los extraiga de los testículos.

octubre 09, 2009

Vía alterna

Dos espermatozoides conversan:
—Oye, ¿y faltará mucho para llegar al óvulo?
—Pues imagínate: Vamos apenas por la tráquea.

Contrabando

Una pareja va a viajar a Estados Unidos, y quiere llevarse también a su mascota, que es un zorrillo, pero no está autorizado en la aduana, y discuten de la siguiente manera:
—Mira, vieja, pos’ mételo en una maleta y ya estuvo.
—¿En una maleta? ¡Pero cómo se te ocurre! Va a dejar la ropa toda maloliente y además mordisqueada... No, no, no... ahí no...
—Bueno, pues en el maletín, entonces.
—¿Pero cómo que en el maletín? Se va a asfixiar el animal, si apenas cabe nada ahí, y además el viaje es muy largo, ¿qué crees que va a comer? No, ahí no.
—Bueno... pues entonces ahí entre las bolsas que llevamos sueltas.
—¡Menos! Ahí se va a asomar y va a dar una lata y una movedera que todos se van a dar cuenta... No, ¿cómo se te ocurre?
—Mira, vieja... pues entonces no va a quedar de otra, y te vas a tener que esconder al zorrillo entre tus faldas.
—Pero ahora sí que te volviste loco... ¿Cómo crees que lo voy a esconder ahí? ¡Si está muy cochino y muy apestoso!
—¡Ah, pues que se aguante el animal!

El burro que era carro

Un hombre tenía un burro pero lo hacía como si fuera carro. Iba el hombre por el campo montando a su burro, cuando de repente el animal se para.
“Ah jijo... ¿qué tendrá el carro?”, dice el hombre, que se baja a revisarlo y le tantea los dientes. No, pues la defensa no es”, dice, y le tantea los ojos. “Los faros tampoco”, dice, y le revisa los cascos. “Las llantas están bien”, dice, y procede a chocarle el rabo. “El escape está bien”, dice, “y le puse gasolina hace rato”, añade, recordando que le dio de comer al burro.
De repente el hombre se agacha, mira por debajo del burro y exclama:
—¡Ah, ya sé lo que le pasa! Se le zafó la flecha...

Disney World II

Dos puyeyes se sientan a desayunar y uno le cuenta al otro:
—Ay, mana... ¿qué crees que soñé anoche?
—Ay no sé, ¿pues qué soñaste que te ves tan contenta?
—Pues fíjate que soñé que iba a Disneylandia.
—¿A Disneylandia? —reclama el otro muerto de envidia.
—¡Sí, ¿tú crees?! Y vi a Mickey... a Daisy... a Tribilín... a Mimí... a Pluto... ay, si vieras lo simpático que es Pluto... Lo bien que me cayó.
—Ah sí... —reclama el envidioso—, pues tú sí que no vas a creer qué es lo que yo soñé.
—Ay, pues ¿qué soñaste, mana?
—Pues soñé que estaba en mi recámara y de repente que se me aparece Luis Miguel.
—Ah, sí... ¿Luis Miguel? —preguntó el primero, ahora también corroído por la envidia.
—Sí... y se me acercaba y me hacía ojitos... cuando de repente ¿qué crees?
—¿Qué?
—Que se me aparece Ricky Martin...
—¡¿Ricky Martin?! —Exclama el otro, muerto de la envidia.
—Sí, mana... y ahí estaban los dos peleándose por mí, cuando de repente se aparece Chayanne también, caído del cielo.
—Ay, loca... ¿y qué hiciste con esos tres, pendeja?
—Ay pues yo ya no podía con los tres peleándose por mí, estaban a punto de llegar a los golpes, cuando...
—Mira si eres mala amiga, me hubieras hablado para que te ayudara siquiera con uno.
—Ay, pues sí te hablé, estúpida, pero me dijeron que andabas para Disneylandia...